5/5 - (2 votos)

En esta época de verano los papás se plantean a menudo los posibles beneficios que puede tener para sus hijos asistir a un campamento de verano.  Las principales ventajas que conlleva esta decisión pasa porque adquieran ciertas habilidades como la convivencia con otros compañeros y  aprender a compartir, pero sobre todo, algo muy importante a nivel emocional es el hecho de aprender a experimentar la libertad lejos de la mirada de sus progenitores.

En estos lugares nuestros hijos aprenden a valerse por sí mismos,  ya que no tendrán referencia de su padre o madre, sino que tendrán que averiguarse día tras día su propio bienestar a base de ‘negociación con sus compañeros’, como por ejemplo hasta el lugar donde dormir. Esto es favorable para ellos, puesto que ya no serán el centro de atención, como habitualmente suelen ser en casa, sino que pasarán a ser uno más del grupo, en igualdad de condiciones y donde tendrán que aprender sus propias estrategias para encontrar su espacio. Esto también les ayudará a hacerse más independientes, ya que en los campamentos cada uno realiza sus tareas, tales como hacer la cama, recoger sus platos y cubiertos de la mesa donde han comido, etc.

Qué aprenden los niños en el campamento

Aparte de todo lo nombrado anteriormente, los niños aprenden a vivir en cooperación, socializarse e integrarse sobre todo con sus compañeros de habitación, ya que estarán mucho tiempo juntos. Aprenderán a expresarse,  a trabajar en grupo al realizar actividades al aire libre, a experimentar la libertad lejos de sus familias y por último, a crear y participar en todas las actividades.

Otros beneficios para los niños

Los niños desarrollan su inteligencia emocional, porque en un ambiente nuevo sin la presencia de los padres deben aprender a cooperar, negociar y negociar con otros niños.

Aprenden a desenvolverse en la naturaleza, hoy en día muchos niños no conocen otro entorno que el urbano.

El juego al aire libre es muy beneficios para los más pequeños, emplean más su imaginación y dejan de estar delante de una pantalla de ordenador o móvil

Al pasar tiempo sin la protección de sus padres, aprenden a valerse por si mismos. Lo que les hace más responsables y los ayuda a crecer.

Qué deben hacer los padres antes del campamento

En muchas ocasiones, son los  padres quienes, en el último momento,  retiran su idea de enviarlos a un campamento de verano, motivados por la inseguridad que les genera el que vean a su hijo tímido, que no sepa comunicarse o defenderse adecuadamente de las dificultades que se le planteen en el campamento.

Para resolver estas dudas y tranquilizarse ante sus miedos, es conveniente que los padres acudan a las reuniones informativas previas sobre el campamento antes de dar el paso, así podrán decidir con más criterio si desean o no enviar a su hijo finalmente al campamento de verano.

Desde otro punto de vista, es necesario plantear que también será un tiempo de descanso para los padres, pues  podrán estar unos días libres de las obligaciones diarias hacia sus hijos. Aunque por supuesto también es necesario y recomendable que en verano los padres y los hijos pasen un tiempo de descanso entre ellos favoreciendo la relación familiar en un ambiente más distendido, son presiones de horarios de clase o responsabilidades del trabajo.

Para más contenido, lee el siguiente artículo: Resuelve conflictos con empatía: «Aprende a discutir constructivamente incluso cuando uno de ustedes enfrenta la depresión