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Estamos entrando en una época veraniega, de calor, en la que una vez acabados los exámenes finales o cogidas vacaciones en  el caso de las personas que trabajan, se suele dedicar más tiempo a salir con amigos y divertirse, algo que a veces conlleva una mayor tendencia a ingerir alcohol que durante el resto del año.

Las bebidas alcohólicas ejercen un efecto en el organismo. Cuando una persona bebe alcohol, éste llega al estómago y  pasa a la sangre directamente a través de sus paredes y las del intestino delgado principalmente. Una vez en la sangre el alcohol llega fácilmente  al cerebro donde actúa sobre las neuronas haciendo que su funcionamiento sea más lento.

En el cerebro la zona que se ve más afectada inicialmente es el área frontal, que es la responsable del pensamiento, el juicio y el autocontrol. Si se sigue bebiendo se verán afectadas otras áreas cerebrales, como las responsables del habla, de la coordinación de los movimientos, las reacciones emocionales, la memoria, etc.

Cuanto mayor sea la cantidad de alcohol en sangre, mayores serán los efectos, pudiendo llegar incluso a paralizar funciones vitales básicas y a causar la muerte.

A pequeñas dosis el alcohol puede hacer sentir a la gente relajada, pero estos efectos son solo momentáneos.

Al principio, el alcohol produce una reducción de la actividad del cerebro, por ello se dice que es una droga “depresora”.

  • Cuando se toman pequeñas cantidades de alcohol  se tienen reacciones más lentas, se reduce la capacidad de pensar y de tomar decisiones, disminuye la capacidad de coordinación, las personas son más atrevidas de lo normal.
  • En dosis mayores se producen reacciones desagradables (mareos, vómitos, etc.), se pierde el control sobre las emociones (aparece el llanto, reacciones violentas, etc.) y pueden aparecer lagunas de memoria.
  • Cuando se toman dosis extremas se producen perdidas de consciencia, se desencadenan comas etílicos y en último extremo se puede producir la muerte por paro cardíaco o fallos respiratorios.

Por último es necesario destacar algunos mitos falsos que  se deben erradicar:

  1. Las personas que solo beben vino o cerveza no pueden llegar a tener problemas con el alcohol. FALSO.
  2. El alcohol hace que la gente sea más sociable. FALSO.
  3. Beber alcohol sirve para relajarse. FALSO.
  4. Beber alcohol solo los fines de semana significa que se controla su consumo. FALSO.
  5. El consumo de otras drogas es un problema mayor que tomar alcohol. FALSO.

Procura evitar un consumo de alcohol elevado.

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