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El niño celoso suele ser el que se ha criado solo y conoce la llegada de su primer hermanito. No tiene por qué ser siempre así, pero es lo más habitual. Te animamos a que sigas leyendo y conozcas algunos consejos para evitar los celos infantiles.

Cómo definimos los celos infantiles

Si intentamos hacer una definición lo podríamos hacer como reacción adaptativa transitoria del niño, que conlleva una alteración emocional y en el comportamiento como respuesta a la alteración de la dinámica normal de una unidad familiar debido al nacimiento de un hermano y que si no se corrige puede convertirse en permanente e incluso llegar a ser patológica.

La causa principal de los celos

Podemos entender que el nacimiento de un hermano es la causa principal de la aparición de celos infantiles, pero también la actitud de los padres puede ser determinante para contribuir o evitar su aparición.

Síntomas de los celos en niños

Los síntomas más frecuentes serían la aparición de conductas y actitudes propias de etapas ya superadas, como negativismos, rabietas, agresividad, así como enuresis, encopresis, retraimiento o retraso en el lenguaje.

Si este trastorno celotípico se cronifica e incluso llega a la adolescencia sin ser resuelto, aparecerán conductas como rivalidad, agresividad y rechazo hacia el hermano e incluso hacia los progenitores.

Cómo tratar a un niño celoso

No todos los niños son iguales, es por ello que desde el principio necesitamos saber dar a cada hijo lo que necesita distinguiendo sus necesidades como únicas. No vale “yo trato a todos mis hijos por igual”, sino en su diferencia, quizás alguno necesita más momentos de conversación, otro más normas, otro más tiempo, otro más expresiones de cariño, etc.

Consejos para evitar los celos infantiles

Sigue estos consejos para evitar que los celos duren más tiempo de lo habitual

Realizar actividades en familia

Debemos saber reservar tiempo para que ellos mismos descubran a su hermano, no como un rival, sino como a alguien que les puede aportar y acompañar en muchos momentos. Por esto es importante proponer actividades en familia, en las que se descubra lo importante de cada uno, actividades divertidas en las que el papel de cada cual nos ayude a conseguir un fin.

Nunca hacer comparaciones

No debemos jamás hacer comparaciones, cada uno tiene unas potencialidades que debe desarrollar y otros aspectos de su personalidad que debe mejorar. Las comparaciones son odiosas y entre hermanos son destructivas.

Fomentar la comunicación

La comunicación dentro del seno familiar hace desmontar muchos fantasmas y miedos. Reservemos espacio para enseñar a nuestros hijos a hablar y a expresar lo que sienten, pues es algo fundamental para su desarrollo emocional.

En una época de incomunicación, de prisas y de individualidades, la conversación con los hijos, el juego y la actividad compartida puede ser una forma de colaborar en su desarrollo personal.

Resalta las actitudes positivas entre hermanos

El refuerzo positivo se usa en multitud de situaciones para educar a los más pequeños. En este caso también aplica y elogiar a un hijo celoso cuando se acerca a su hermano con actitud positiva ayudará a mejorar su relación.

Debes tener paciencia

A algunos niños les cuestan superar los cambios. Lo habitual es que se vayan adaptando poco a poco a la nueva situación. Por eso te aconsejamos que tengas paciencia.

A veces, estos celos no se resuelven a tiempo y pude desembocar en problemas más graves. Antes que la situación se convierta en insostenible, los consejos de un psicólogo infantil pueden ayudar para calmar los celos que muchos niños padecen.

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