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Cómo enseñar a controlar las manías de nuestros hijos. Desde pequeños aprendemos una serie de cosas que posteriormente se convierten en hábitos. Cosas como atarse los cordones de los zapatos, a andar, a comer bien y a hablar. Todas estas cosas se van aprendiendo poco a poco.

Cuando ya se aprenden es porque las hemos hecho en tantas ocasiones y repetidamente,  que se convierten en un hábito. Un hábito es algo que repites muchas veces sin pensarlo y sin darte cuenta de lo que haces.

Se aprenden hábitos buenos. Los padres inculcan a sus hijos los hábitos buenos que ellos tienen y que quieren que sus hijos adquieran, estos hábitos   ayudan a que seas educado o a estar más sano o a ser más feliz. Son hábitos buenos los siguientes:

  • Poner la mano en la boca cuando toses.
  • Mantener la boca cerrada cuando mascas chicle.
  • Pedir perdón cuando eructas.
  • Decir “hola” a las personas con las que te encuentras.
  • Dejar que otras personas crucen la puerta antes que tú.
  • Hacer la cama por las mañanas.
  • No interrumpir a otras personas cuando están hablando.
  • Cepillarte los dientes después de cada comida.

Pero también hay otra serie de hábitos que no son buenos y pueden causar problemas a las personas. Son hábitos malos o desagradables como por ejemplo:

  • Morderse las uñas.
  • Hablar con la boca llena.
  • Dejar la ropa sucia tirada en el suelo.
  • Olvidarse de tirar de la cadena del baño.
  • Chuparse el dedo.
  • Rascarse las pequeñas heridas hasta que sangran.

Estos hábitos malos provocan vergüenza en las personas  y aunque han intentado dejar de hacerlos  en muchas ocasiones  no lo consiguen. Solo será posible dejarlos si sigues un plan estructurado. Es posible aprender un nuevo hábito bueno que ocupe el lugar que antes ocupaba una manía molesta. Te indicamos a continuación un plan de trabajo:

  • Lo primero que tienes que hacer es elaborar un plan de bloqueo, es decir, poner una barrera que impida hacer de forma automática la manía que quieres vencer.
  • Lo segundo será buscar una ocupación alternativa, por ejemplo una actividad que te produzca tener las manos ocupadas si tu hábito malo es el de comerte las uñas, por ejemplo coger una pelota de goma.
  • Lo tercero es buscar cosas alternativas que puedas hacer para ayudar a redirigir tu manía a otro sitio diferente donde sea menos malo. Por ejemplo si te muerdes las uñas puedes buscar otra cosa alternativa para mordisquear.
  • Lo siguiente será reforzar con otras actividades diferentes el lugar de tu cuerpo que es la base de tu hábito malo. Si seguimos con el ejemplo de las uñas, será bueno que le dediques atención, pero ahora de forma distinta, por ejemplo pintándotelas o limándotelas.
  • Busca actividades que te hagan reducir la tensión, porque las manías tiene un mecanismo liberador, te relajan, si intentas dejar de hacerlo deberás buscar actividades alternativas que consigan un efecto relajante.
  • Finalmente, si lo consigues,  también estará bien que recibas algún premio por tu esfuerzo.

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