Desde las últimas semanas estamos asistiendo a una realidad que nos amenaza. La información sobre el virus SARS-CoV-2 y el efecto que está produciendo en la salud de toda la población mundial genera dudas e incertidumbre.
Ante esta situación es normal que aparezcan sentimientos de preocupación o miedo. Pero ahora, más que nunca, se hace necesario seguir las recomendaciones indicadas por las autoridades sanitarias, no dejarnos llevar por noticias falsas y mantener la calma.
Es fundamental contrastar todo lo que nos llega a través de las redes sociales o por otros canales. La información debe ofrecer fiabilidad, tan necesaria en estos momentos para generar una correcta actuación ante esta importante crisis y también para cuidar nuestra salud emocional.
La era digital actual provoca que los mensajes fluyan con mucha rapidez, pero no todos los que nos llegan son verídicos o están científicamente contrastados. Debemos seleccionar bien las fuentes. Una noticia no contrastada puede provocar actuaciones inadecuadas, tanto por sobreinformación como por escasez de la misma.
Actuación emocional adecuada ante la crisis del Coronavirus
Desde la salud mental se entiende que cada uno de nosotros posee una capacidad distinta para procesar los comunicados que recibe. Según la forma de procesar esta información podremos diferenciar dos grandes grupos:
- El primero estará formado por aquellas personas que actúan minimizando la situación, sin ser conscientes del significado real de la situación de alarma, algo que sería negativo para una correcta actuación global ante la pandemia. Éstas no atenderían las normas y protocolos establecidos por las autoridades sanitarias, interfiriendo en la contención de la pandemia. Actuarían así sin responsabilidad.
- El segundo grupo estará formado por las personas que podrían actuar desde un punto de vista que magnifica la situación. En este caso se dejarían llevar por pensamientos catastrofistas, infundiendo miedo en los demás y posiblemente actuarían sin medida, aprovisionándose de víveres o adquiriendo métodos de protección individual de forma desproporcionada, interfiriendo así también en el normal funcionamiento y autorregulación del sistema. La logística y aprovisionamiento de los almacenes y de los proveedores están preparados para un consumo de productos normalizado en función de una demanda controlada, por lo tanto la percepción magnificada de esta situación iría también en detrimento del adecuado manejo de la situación de crisis. Sin duda el correcto manejo de esta situación de crisis dependerá de la actuación de todos nosotros.
Desde el punto de vista de la salud emocional, nuestro principal objetivo deberá ser mantener bajo control los pensamientos negativos y alarmantes activados por el miedo, proponiéndonos en cambio actuaciones concretas a diario, según la información veraz que vayamos recibiendo de forma contrastada desde nuestras autoridades sanitarias. Estos objetivos y las actuaciones de cada uno de nosotros deberían marcarse día a día, en función de la información veraz que vayamos recibiendo.
Mantener la calma es fundamental, conseguirlo repercutirá positivamente y facilitará el principal objetivo de que entre todos podamos manejar adecuadamente esta pandemia.
En este sentido, existe un grupo de riesgo que requiere especial atención en estos momentos en cuanto a la toma de conciencia de esta realidad, es el grupo de nuestros adolescentes. Colectivo que, por su edad, energía y escasa valoración del riesgo pueden ser incluidos masivamente en el primer grupo de los dos que se han definido anteriormente. Desde este punto de vista, serán los padres quienes deberán dedicar un tiempo a ellos. El mayor tiempo para dedicar a la familia que nos proporciona actualmente la propia situación de alarma debería ser utilizado para promover el diálogo con ellos, expresar miedos, preocupaciones y exponer distintos puntos de vista sobre la situación inusual que estamos viviendo, los riesgos y cuidados necesarios.
No cabe duda de que esta situación de alarma dispara los niveles de ansiedad y alerta en todos nosotros. Especial atención deberían tener pacientes con patologías previas de carácter emocional. La sintomatología ansiosa y depresiva se verá aumentada debido a la situación excepcional actual y también por la incertidumbre futura.
Recomendaciones ante la alarma por Coronavirus
- Es necesario saber relativizar la información que nos llega. No cabe duda de que cualquier noticia alarmante que amenaza nuestra salud integral pone en marcha un mecanismo de defensa natural y necesario. No me refiero a las defensas naturales del organismo para hacer frente a estos gérmenes. Me refiero en este caso a las señales de alarma emocional, se dispara la Nuestro organismo actúa en conjunto según la señal de alerta. Pero lo hace a veces torpemente, llegando en ocasiones incluso a interferir de tal forma que dificulta que nuestras defensas naturales realicen bien su trabajo, se crean bloqueos.
Vivir con miedo es vivir con ansiedad y ésta no es adecuada para nuestro objetivo. Nuestra actitud es muy importante, es necesaria para el manejo adecuado de esta situación de alarma, no debemos permitir bloqueos o actuaciones inadecuadas. En estos casos es necesario actuar con un manejo racional del riesgo.
- Encontrar la información adecuada y veraz que nos indique lo que podremos hacer para prevenir el contagio. La clave de la salud emocional está en que hagamos algo, que actuemos según lo que esté en nuestras manos. Es cierto que el propio desconocimiento del SARS-CoV-2 hace difícil a los expertos sanitarios elaborar un protocolo eficaz, pero nos llega información válida y fiable sobre lo que es aconsejable hacer para protegernos, hábitos saludables y protección ante el virus.
- Tener clara la actuación que debemos llevar a cabo en caso de observar algún síntoma. El Ministerio de Sanidad nos está haciendo llegar a todos por los medios autorizados para ello, las medidas y las actuaciones oficiales necesarias en cada momento, actualizándolas en la medida que es necesario.
- Propiciar una comunicación con los demás de forma activa y sana.
- Realizar actividades en casa, ocupar el tiempo en actividades que consigan mantenernos activos y que nos proporcionen una rutina.
- Con los niños en edad académica promover unos horarios donde se mantengan realizando estas actividades. Incidir en que estos días en casa no son unas vacaciones, sino que deben seguir avanzando en sus estudios.
- No invadir espacios. Respetar para no invadir el espacio del otro. No estamos habituados a convivir juntos en el espacio reducido del hogar durante tanto tiempo.
Salud emocional frente a la crisis del Coronavirus
En nuestras consultas de salud mental ya han aumentado en los últimos días los pacientes afectados por esta situación de miedo, personas que no son capaces de controlarlo, que sienten ansiedad y les limita en su vida cotidiana. Otros pacientes con patologías previas a nivel emocional son más vulnerables a las consecuencias emocionales de la pandemia. Es lógico pensar que aumentará el número de pacientes con necesidad de atención clínica a estos niveles en función de cómo vaya evolucionando el número de afectados por el SARS-Cov-2. Es presumible que en los próximos días aparecerán en nuestras consultas un número más elevado de pacientes afectados por trastornos asociados a la ansiedad.
Estos pacientes disponen de la posibilidad de utilizar nuestras consultas no presenciales para ser atendidos. La consulta por videollamada se vuelve aún más útil y necesaria en estos momentos. Llama a nuestro teléfono habitual 957 476 269 o también hemos puesto a vuestra disposición el enlace siguiente para poder acceder a nuestra agenda de citas mediante videollamada: www.alphilpsicologosonline.com
Actuemos con control, con objetivos diarios en función de una información veraz, con responsabilidad, cuidándonos nosotros para también cuidar a los demás, pero sigamos estas recomendaciones para cuidarnos también todos del miedo.
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