¿Por qué para ciertas personas es necesario realizar actividades que pueden ser potencialmente peligrosas?, ¿qué encuentran en el hecho de poner en riesgo su vida?
La respuesta hay que buscarla tanto en el perfil de personalidad como en el entorno de estas personas.
Existe una forma adecuada de liberación de estrés cuando la persona adopta un estilo de vida sano, mediante el cual integra en su agenda un tiempo de dedicación a alguna actividad reparadora, ya sea el deporte aeróbico, la lectura, el cine, alguna actividad social, etc. En este caso la persona es consciente de esta necesidad para mantener su estabilidad emocional y su salud psicológica y lo hace de forma adecuada.
Pero existe un número elevado de personas que, en cambio, solo encuentran el sentido a su vida realizando determinadas actuaciones para liberar un nivel elevado de angustia. No la liberan mediante un plan diario sino que la van acumulando, a veces de forma involuntaria o inconsciente, de manera que buscan después una liberación que en algunos casos puede ser peligrosa. En este caso hay que plantearse el por qué se llega a esta situación, por si pudiera existir algún problema emocional detrás de esa necesidad.
El perfil de personalidad de cada persona viene marcado desde su nacimiento, debido a sus características genéticas, con esto quiero decir que existe un determinado número de personas con un perfil concreto mediante el cual una situación normal de su vida cotidiana puede hacerle acumular mayor cantidad de ansiedad que otra persona con un perfil distinto.
A este perfil debemos añadir otro factor, el estilo de vida que adopte cada uno. Un estilo de vida sano a nivel emocional no es aquel donde cada día de su vida sea percibido como una batalla donde se pone en riesgo la integridad física o emocional, porque si fuera así esa persona se irá cargando de ansiedad hasta unos niveles muy difíciles de manejar. Sería éste un perfil ansioso y sería necesario entonces acudir a un profesional de la salud mental para aprender un estilo de pensamiento no ansioso.
En los últimos años se ha incrementado el número de personas que buscan ese tipo de experiencias mediante la realización de deportes o actividades de alto riesgo, pero quizá sería necesario evaluar antes si el motivo de dicha actuación es porque lo ven como un reto personal y en este caso sería una actividad controlada, o es por una búsqueda de sensaciones innecesaria y en este caso debería buscarse otro tipo de actividad más adecuada o con más control sobre el riesgo.
Si te ha gustado, te invitamos a leer: Encuentra consejos para la convivencia: «Descubre cómo vivir con una persona que enfrenta ansiedad y depresión.»