Los seres humanos nos adaptamos continuamente al medio ambiente, esto se consigue gracias a procesos tales como la percepción, la atención, el aprendizaje, la memora, etc.
Nuestra realidad se caracteriza por tener gran cantidad de información que a veces se sucede de forma simultánea, es por esto por lo que tenemos que responder solo a una parte de la información, pues bien, esto lo conseguimos gracias a los procesos atencionales que se ponen en marcha, tales como:
1.- Mecanismos selectivos. Se activan cuando hay gran cantidad de información y hay que seleccionar para poder desempeñar una tarea.
2.- Mecanismos de distribución. Este se pone en marcha cuando tenemos que prestar atención a varias cosas a la vez.
3.- Mecanismos de mantenimiento. Se pone en marcha cuando la actividad requiere que la atención se mantenga en el tiempo.
Para que estos mecanismos se pongan en marcha es necesario que utilicemos estrategias atencionales, de las cuales hay que decir que:
- No son innatas ni heredadas.
- Se desarrollan más o menos en las personas.
- Existen diferencias individuales.
- Pueden mejorase con la práctica.
Cabe preguntarse cuáles son los factores que afectan a nuestra atención, pues bien, nos encontramos con:
- Factores que consiguen captar de forma involuntaria la atención y que estarán determinados por las características del estímulo y por nuestra forma de ser.
- Características del objeto, cuanto más atractivas mejor captan la atención.
- Activación fisiológica, que puede pasar de una situación baja cuando estamos adormilados a una activación alta, que sería cuando estamos realizando un gran esfuerzo o estamos muy excitados.
Los niveles de rendimiento óptimo se dan con un nivel de activación moderado, que se denomina “punto óptimo” y que será distinto para cada sujeto, teniendo en cuenta que la dificultad de la tarea afectará a esta variable.
La activación fisiológica se relaciona de forma muy especial con los procesos atencionales y emocionales, esto quiere decir que cuando algo nos interesa habrá niveles altos de activación.
Ante esto es importante señalar que existen varios tipos de atención que se combinan entre ellos:
- Atención selectiva. Se da cuando se responden a determinados estímulos y se ignoran otros, esto sería porque se centra en aquello que es relevante, se denomina “focalización”.
Cuando el sujeto fija voluntariamente a atención en un único objeto se llama “concentración”.
No se puede ignorar que siempre están apareciendo estímulos irrelevantes a los que se le llama distractores y que dan lugar a oscilaciones de atención.
- Atención dividida. Sucede cuando tenemos que realizar dos o más tareas simultáneamente, por ejemplo escuchar una clase y tomar apuntes. Para esto tenemos que conseguir que nuestra atención oscile rápida e intermitentemente de una tarea a otra. Cuando esto no es posible la atención se distribuye pero teniendo siempre en cuenta que depende de la dificultad de la tarea.
- Atención sostenida. Se pone en marcha cuando la actividad precisa que la atención permanezca constante durante un periodo más o menos prolongado de tiempo “persistencia de la atención”, teniendo en cuenta que cualquier tarea que conlleve atención sostenida conlleva fluctuaciones y al cabo de cierto tiempo de estar realizando la tarea comienzan a disminuir los niveles de alerta del individuo, disminuyendo la atención por lo que la ejecución de la tarea se va deteriorando.
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