Aunque el trabajo que se realice sea un trabajo agradable y que aporte beneficios emocionales a los trabajadores, es normal que en ocasiones produzca estrés. Los horarios, los compañeros de trabajo, las exigencias y a veces el simple hecho de mantener una rutina impuesta con horarios rígidos y sentir la imposibilidad de hacer lo que se desea en cada momento, teniendo que estar sujeto a exigencias, son elementos suficientes para generar estrés.
Es cierto que el estrés mantenido en unos valores adecuados es necesario para que se avance laboralmente y que se consiga la motivación adecuada para ser eficaz en el trabajo. No obstante, si no se sabe manejar de manera adecuada, el estrés puede repercutir negativamente en la salud emocional.
Aspectos que pueden afectar al estrés pueden ser una sensación de sobrecarga de actividades laborales, una relación deficiente con los compañeros o con los jefes, una percepción de que el trabajo realizado no tiene suficiente recompensa o un temor por el futuro laboral con inestabilidad y posibilidad de pérdida del puesto de trabajo.
El estrés puntual debido a algún factor no es siempre negativo y a veces se controlará adecuadamente, pero si el estrés se mantiene por mucho tiempo puede generar sintomatología de carácter severo tal como dolores musculares, alteraciones en el sistema inmunitario, sintomatología ansiosa y depresiva, problemas cardíacos, etc. Es frecuente también que el estrés laboral afecte a otras áreas de la vida, como por ejemplo la familiar, social o pareja, lo que acabará generando un mayor conflicto personal y aumentará la sensación de descontrol emocional.
Como medidas que ayudan a mejorar el nivel de estrés laboral podemos mencionar algunas como:
- Saber poner límites a la carga de trabajo.
- Realizar otras actividades necesarias y adecuadas para liberar la ansiedad, por ejemplo ejercicio aeróbico periódico.
- Realizar pausas adecuadas si se lo permite su trabajo, por ejemplo en el tiempo de desayuno, procurando por un momento llegar a desconectar.
- A la salida de su jornada laboral procure desconectar, no siga conectado con el teléfono móvil del trabajo.
- Procure ir caminando o dedique un tiempo para llegar a casa que le permita desconectar y no llevar a casa su estrés.
- Utilice una agenda adecuada de actividades, donde usted sienta que llevarlas a cabo no le va a generar estrés.
- Ponga metas en su vida de modo que tenga siempre presente algún objetivo no demasiado lejano donde sienta que ese tiempo va a ser de disfrute y felicidad para usted, por ejemplo periodos vacacionales, actividades de fin de semana, etc.
- Aprenda alguna técnica eficaz para manejar el estrés.
Recuerde que su salud en general dependerá de la manera en que maneje usted su estrés.
La mala gestión del estrés pueden empujarte a la depresión y a una serie de trastornos mentales que afectarán negativamente a tu día a día, explora estrategias para una convivencia armoniosa: «Descubre cómo vivir con una persona que enfrenta ansiedad y depresión.»