El día 25 de noviembre se celebra el día internacional contra la violencia de género. Es una jornada para reflexionar ante esta situación de gravedad que sigue sin que se pueda erradicar a pesar de que para las administraciones es un objetivo prioritario.
En este artículo pretendemos dar una visión general tanto del perfil del agresor como de la víctima del maltrato psicológico.
El perfil del agresor responde a una persona con una alta incapacidad para resolver sus problemas, siendo incapaz de canalizarlos adecuadamente, no dispone de habilidades de comunicación, suele ser una persona desconfiada, con una baja autoestima, ciertamente impulsiva y que en ocasiones se apoya en el alcohol o en las drogas donde busca refugio.
Ante un perfil así la persona maltratada se convierte en alguien incapaz de hacer frente a una situación de acoso constante sintiendo cómo las carencias del agresor son proyectadas sobre la víctima, algo que va haciendo cada vez más mella en su autoestima, sintiendo incapacidad para controlar la situación, sin ser consciente la víctima de que cada vez se sumerge más en un estado en el que el daño emocional repercutido es tremendo.
Por otro lado, la víctima muestra una gran incapacidad para contar lo que le sucede, porque el reconocimiento de esta situación le hace sentir vergüenza entre otras emociones negativas.
Es importante al igual que complicado saber gestionar los momentos conflictivos. Discutir con un depresivo puede ser una tarea delicada, existen claves para hacerlo y sí, funcionan.
Pero cómo podemos ser conscientes de que tenemos al lado a alguien que está siendo afectado por una situación de violencia de género.
La víctima de la violencia de género suele pensar que es ella la responsable del malestar que muestra su pareja, por ello si plantea dejar la relación aparece la culpa que le impide hacerlo. Suele mostrar muy baja autoestima, se aísla y evita participar en las conversaciones grupales. Manifiesta una excesiva preocupación por lo que le rodea, duda de que su criterio sea adecuado. Puede mostrar también cambios de humor brusco y síntomas propios de la ansiedad y angustia que está viviendo.
Es importante salir de ese entorno, si no encuentras la forma acude a donde te puedan ayudar.