Se trata de un trastorno que cursa con múltiples tics motores y uno o varios tics vocales. Pueden aparecer todos a la vez o ir sucediéndose durante diferentes momentos del proceso de la enfermedad.
Estos tics deberán producirse durante un período de tiempo suficientemente largo de forma que consiga un deterioro significativo en la vida del paciente, bien es su actividad social, familiar o la laboral. El diagnóstico de este trastorno lo debe hacer siempre un profesional cualificado.
Los tics afectan a diferentes partes del cuerpo, como la cabeza, las extremidades superiores o infereiores, etc. Los tics verbales pueden ser chasquidos de lengua, toses, etc.
Los síntomas que se asocian a este trastorno de forma más frecuente son las obsesiones y las compulsiones, también la hiperactividad y la impulsividad.
Este trastorno se inicia siempre antes de los dieciocho años de edad y a veces aparece desde la primera infancia.
La evolución del trastorno una vez que aparece es crónica, no tiene curación, pero con un tratamiento adecuado el paciente puede conseguir llevar una vida normal. Conforme el paciente va avanzando en edad los síntomas tienden a remitir, hasta el caso de que a veces puede dejar el tratamiento por no ser necesario.
El tratamiento suele ser multidisciplinar, mediante tratamiento psiquiátrico, neurológico y psicoterapéutico, este último muy necesario en el caso de que el trastorno aparezca en la infancia. Informar muy bien a los padres del proceso de la enfermedad es fundamental para que el niño se sienta adaptado, puesto que uno de los factores que hay que tener en cuenta es su adaptación social, pues puede ser objeto de burlas de los compañeros o buscar el aislamiento social.
Es importante llevar a cabo una terapia familiar que enseñe a los padres de niños con trastorno de La Tourette a aconsejar y apoyar de forma adecuada sobre las posibles situaciones difíciles a nivel social o emocional que le puedan surgir.
Al igual que este trastorno, otros como la depresión necesitan de consejos y apoyo que sean normalizado para que todos sepamos como actuar. Explora estrategias para brindar apoyo: «Aprende por qué es crucial no dejar sola a una persona con depresión.»
Además de la terapia familiar también ofrece muy buenos resultados clínicos de forma integrada aquella que enseña al paciente estrategias para reducir su nivel de estrés y ansiedad, como son el adiestramiento en el manejo de técnicas de relajación y más eficazmente mediante la utilización de instrumentos y técnicas de biofeedback.