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Es una de las disfunciones sexuales femeninas con mayor incidencia, algunos estudios reflejan  que entre un  21% y un  40% de la población femenina en España sufre de este problema.

Este trastorno se basa en que la mujer,  alcanzando un nivel de excitación adecuado, tiene, sin embargo, una gran dificultad o es incapaz de alcanzar el orgasmo.

Hay que diferenciar dos tipos:

Disfunción primaria, en los casos en los que nunca se ha llegado al orgasmo.

Disfunción secundaria, en la que tras un período de tiempo en el que se ha disfrutado el orgasmo en las relaciones sexuales, se ha perdido la capacidad de alcanzarlo o es muy costoso de obtener.

Otras mujeres se quejan de la imposibilidad de llegar al orgasmo al ser estimulada por su pareja en una relación sexual, aunque sí lo puede obtener mediante la masturbación.

Pero antes de valorar la presencia de una disfunción orgásmica es necesario decir que no se puede hablar de una forma “normalizada” de obtener el orgasmo, debido a la gran variabilidad que existe, no solo entre una mujer y otra sino también al comparar experiencias en una misma mujer  en relación a su modo  de proceder ante la estimulación erótica.

Los estudios sobre comportamientos sexuales femeninos, tanto en nuestro país como fuera de él, han encontrado que solamente alrededor de un 30% de mujeres son capaces de llegar al orgasmo mediante el coito exclusivamente, por lo que carece de sentido considerar a una mujer como disfuncional por el hecho de no alcanzar el orgasmo a través de la estimulación coital.

Qué no se debe hacer en la pareja en el caso de ausencia de orgasmo femenino:

  • La mujer no debe fingir el orgasmo, a veces acaba haciéndolo para evitar conflictos o discusiones en la pareja.
  • El varón nunca debe opinar diciendo que lo que ella tiene que hacer es “dejarse llevar”, esto puede hacerle entender que ella no colabora y se sentirá frustrado y se quejará de falta de colaboración.
  • El varón debe evitar  resolver la inseguridad que siente como compañero sexual con un interrogatorio a la mujer durante el juego amoroso, esto hará  que ella se aleje e incluso lo evite.

Las continuas experiencias sexuales insatisfactorias pueden llevar a una vivencia de frustración y resentimiento que frecuentemente acabará afectando a la relación de pareja.

En algunas mujeres la situación crónica de excitación no resuelta con el orgasmo genera la aparición de un trastorno denominado síndrome de congestión pélvica, resultado de la situación de vasocongestión mantenida. La mujer experimenta un dolor  profundo en la zona abdominal, agudizado con el coito, que se acompaña de una sensación de pesadez e hinchazón. Esta sensación continuada genera sentimientos de tristeza y ansiedad.

Las relaciones afectivas deben tener una repercusión positiva en la salud mental de cada individuo, esto potencia su rendimiento en cualquier ámbito, ya sea laboral, deportivo, mental, etc. Es importante descubrir cómo mantener una relación saludable: «Nadie quiere estar con una persona depresiva

El tratamiento más eficaz para la anorgasmia primaria se centra en incrementar los niveles de excitación a través de la masturbación y la fantasía erótica de forma controlada y salvando ciertas dificultades que puedan aparecer.

Cuando la disfunción orgásmica es secundaria, los ejercicios de focalización sensorial junto con técnicas específicas para mejorar la relación y la comunicación en la pareja serán las técnicas de psicoterapia más  aconsejables para conseguir unas relaciones sexuales más satisfactorias.

 La información facilitada por este medio no puede, en modo alguno, sustituir a un servicio de atención psicológica o médica  directa, así como tampoco debe utilizarse con el fin de establecer un diagnóstico, o elegir un tratamiento en casos particulares.