¿Qué es una relación tóxica? En este artículo de la clínica de psicologia Alphil Psicólogos, os vamos a indicar las características de una relación tóxica para ayudaros a frenar estas conductas. Somos psicólogos en Córdoba ¡sigue leyendo!
Qué es una relación tóxica
Las relaciones tóxicas son aquellas en las que ambas partes se dañan de alguna manera y son incapaces de evitarlo. Esto puede ocurrir en relaciones de pareja, amistad, trabajo o incluso en el ámbito familiar.
A menudo, los signos que indican que una relación es tóxica son sutiles y subjetivos, lo que dificulta que las víctimas se alejen de ella a tiempo. Sin embargo, es importante prestar atención a ciertos indicios, como sentir un malestar vago e inexplicable, cambios en el comportamiento (por ejemplo, volverse más retraído cuando antes se era extrovertido) o una sensación de desorientación que no se puede explicar. En estos momentos, es esencial cuestionar lo que está ocurriendo. Sin embargo, esto no siempre es fácil, ya que nuestra sociedad no suele fomentar la atención a nuestras emociones y experiencias.
Si te encuentras en una relación en la que te sientes maltratado, juzgado, desvalorizado, manipulado, amenazado, acosado o experimentas un vacío emocional después de interactuar con la persona tóxica, es fundamental que te plantees si estás en una relación tóxica y busques la manera de alejarte de ella.
Características de una relación tóxica
Para conocer más a fondo qué es una relación tóxica debéis saber que las relaciones tóxicas se caracterizan por una falta de equidad, donde una de las partes busca su propio beneficio a expensas de la otra. Esto puede manifestarse a través de la manipulación, el control o la explotación, con el objetivo de tener el control absoluto de la relación. Estas relaciones suelen involucrar a una persona manipuladora y a otra más vulnerable y dependiente emocionalmente.
Comprender por qué alguien permanece en una relación tóxica es crucial, ya que las tácticas del manipulador no siempre son evidentes y pueden ser difíciles de reconocer.
Tipos
A continuación, os presentamos las distintas conductas presentas en los tipos de relaciones tóxicas:
Menosprecio y denigración
En relaciones tóxicas, es frecuente que una persona menosprecie constantemente a la otra, ya sea a través de bromas hirientes, críticas intensas disfrazadas de comentarios sutiles, o burlas directas. Esto puede hacer que la persona menospreciada se sienta inferior y sin valor en la relación.
Intimidación y control mediante “mal carácter”
En una relación tóxica, una persona puede reaccionar con furia ante cualquier crítica o desacuerdo, manteniendo este enojo durante días. Esta conducta puede ser una forma de controlar emocionalmente a la otra persona, ya que nunca se sabe cuándo estallará en ira. La pareja de «mal carácter» a menudo culpa a los demás por sus arrebatos, negándose a asumir la responsabilidad por su comportamiento, lo que contribuye a la toxicidad de la relación. Esta dinámica de control y evitación constante puede ser agotadora para la salud emocional y física de la persona afectada.
Inducción de culpa
Una de las personas puede manipular y hacer sentir culpable a la otra para obtener control. Esto se logra haciendo que la otra persona se sienta mal por cualquier acción o decisión que tome. Esta dinámica puede verse en relaciones de pareja, pero también en las relaciones entre padres y sus hijos adultos. A menudo, quienes inducen la culpa buscan aliados para reforzar este sentimiento, como cuando un padre llama a su hijo para expresar cuánto su madre está herida porque no asistió a una reunión familiar. Esta táctica busca ejercer un control sobre el comportamiento de la otra persona, llevándola a hacer lo que el manipulador desea.
Excesiva independencia
Una persona puede ser extremadamente reservada acerca de su vida y planes, lo que genera inseguridad en su pareja. Esto se debe a su temor de ser controlada. Incluso cuando se le pregunta sobre sus sentimientos o compromiso, su respuesta suele ser evasiva, lo que aumenta la inseguridad en la relación y puede tener un impacto negativo en la salud emocional de la persona afectada.
Actitud utilitaria
Un individuo utiliza a la otra persona para satisfacer sus propias necesidades sin ofrecer reciprocidad. La otra persona se esfuerza constantemente por complacer a la primera, pero nunca logra satisfacer sus demandas. Estas relaciones son unilaterales, donde solo una parte obtiene beneficios a expensas de la otra, lo que puede resultar en agotamiento emocional y en la eventual ruptura de la relación cuando la primera persona encuentra a alguien que puede satisfacer sus necesidades de manera más efectiva.
Actitud posesiva y controladora
Las relaciones tóxicas a menudo involucran falta de confianza, con uno siendo posesivo y el otro experimentando celos y desconfianza. Con el tiempo, los individuos posesivos se vuelven más controladores, incluso revisando el teléfono o el automóvil de su pareja. Estas relaciones carecen de confianza y compromiso, y los esfuerzos para demostrar fidelidad a menudo son en vano, lo que resulta en una pérdida de autonomía.
Esto ha sido todo sobre qué es una relación tóxica, si presencias este tipo de conductas te recomendamos que acudas a un psicólogo. En nuestra clínica ofrecemos apoyo para superar relaciones tóxicas tanto a nivel individual como en parejas. ¡Contacta con nosotros!
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