Rate this post

En algunas ocasiones, sobre todo cuando nace un hermano, los niños piensan que los padres han dejado de quererlos, o al menos en la intensidad que antes lo hacían, si este sentimiento permanece a lo largo del tiempo, puede tener su efecto negativo  en la construcción de su autoimagen. Para evitar esto se hacen unas recomendaciones:

  • Saber expresar a nuestros hijos no solo con palabras, sino con nuestra expresión facial y corporal. Esto ayuda a fortalecer la comunicación.
  • Mostrarle que nos gusta su compañía, el contacto con él. Utilizamos la caricia, el abrazo, pues fortalecen el vínculo.
  • Estar pendientes de sus conductas positivas para valorarlos. A veces estamos más pendientes de las negativas para recriminarlo o castigarlo.
  • Hacerle ver que sus conductas positivas tienen efectos sobre los demás, eso hará que intenten repetirlas en situaciones parecidas.
  • Compartir sentimientos, intereses, aficiones y actividades que se realizarán con ellos.
  • Escucharlo, no interrumpir cuando habla.
  • Animar al niño a expresar sus ideas y admitir que a veces no piense como nosotros. Si es una visión equivocada explicarle con argumentos.
  • No rechazar sus pensamientos y conductas sin explicarle por qué.
  • Decirle lo que nos gusta de él. Incluirlo en actividades que les permitan su desarrollo.
  • Enseñarle a ser asertivo, a hacer las cosas a su manera y a defender su opinión sin ofender a nadie.
  • Fomentar su creatividad.
  • Evite ponerlo en ridículo delante de otros niños.
  • El elogio en público no debe ser exagerado, pues puede crearle una situación embarazosa. Mostrar orgullo y satisfacción es adecuado.
  • Enseñarle a utilizar la palabra más que la fuerza para conseguir algo.
  • Ayudarle a tomar decisiones y así fomentará la sensación de seguridad y autoeficiencia.
  • Enseñarle a buscar el mayor número de alternativas para resolver un problema.
  • Fomentar actividades en que tenga la oportunidad de tener éxito, de demostrar su capacidad.
  • Ayudarle a establecer límites para él y para los demás. Esto supone respetar y hacer que los demás lo respeten.
  • Los padres son modelo de sus hijos sobre todo en la infancia. Por ello debemos en alguna medida cuidar el comportamiento.
  • Enseñarle la importancia de los valores y de las creencias.
  • Ayudarle a obtener metas y objetivos razonables para sus capacidades.
  • Nuestros hijos deben saber lo que esperamos de ellos.
  • Inculcar la superación personal pero sin compararse con nadie, entre otras muchas cosas porque son ÚNICOS.

Si te interesa la psicología, puede interesarte el siguiente artículo: Estrategias para una convivencia positiva: «Convivir con una persona depresiva: descubre cómo hacerlo de manera comprensiva y amorosa.»