El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) que aparece en la edad infantil es mucho más que ver como el niño revisa repetidas veces la mochila o como siente la necesidad de decirle algo a sus padres a pesar de que ya se lo dijo hace unos minutos o de tener que lavarse las manos continuamente a pesar de que ya las tenga casi con heridas de tanto jabón.
El trastorno obsesivo compulsivo aparece porque existen una serie de pensamientos que bloquean la mente del niño, asustándolo y atemorizándolo, que le lleva a ejecutar determinadas acciones de forma repetitiva por creer que solo si lo hace podrá evitar una serie de acontecimientos negativos, o simplemente conseguir el bienestar evitando la angustia que estos pensamientos le ocasionan.
El TOC es un problema neurológico que no tiene nada que ver con las pautas educativas utilizadas en años anteriores y aunque no lo parezca es mucho más común de lo que nos imaginamos.
Tiene su causa en una anomalía química y funcional del cerebro, pero es un problema tratable con terapia psicológica cognitivo conductual, mediante la cual se enseña a los niños nuevas formas de pensar y herramientas para responder de forma adecuada y eficaz a esos pensamientos, consiguiendo así que dejen de bloquearse.
Los niños logran controlar el TOC mediante técnicas de exposición y prevención de respuesta, consistentes en enseñarles a experimentar con los pensamientos e intentar no poner en marcha el ritual, aprendiendo a manejar el nerviosismo que esto le conlleva hasta que desaparece.
Esto se consigue mediante la aplicación de una serie de técnicas terapéuticas que les ayudan a detectar aquellos pensamientos que son erróneos, haciéndoles creer que solo si hacen o dicen determinadas cosas tendrán la certeza de que eso que piensan no va a suceder. Además así consiguen serenarse y conseguir el encuentro con la tranquilidad perdida.
Solo cuando se va avanzando poco a poco en el aprendizaje de estas estrategias van consiguiendo perder el miedo, porque solo cuando se practica, las cosas difíciles se hacen sencillas.
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Para alguien ajeno es este trastorno, estas conductas repetitivas y rituales, carecen de sentido, pero quien padece TOC no puede evitarlas , pues le provocan ansiedad y angustia, causandole un gran sufrimiento.
Hola, en efecto esto sucede porque las conductas se afianzan de tal forma que el dejar de emitirlas le supone a quien lo padece un nivel tan elevado de ansiedad que es incapaz de soportarlo y al final acaba emitiéndolas y consiguiendo que se afiancen aún más.
De todas formas un tratamiento adecuado puede generar mucha mejoría en el paciente.
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