Este término define el arte que algunas personas tienen para dejar para mañana lo que se puede hacer hoy y lo entienden como una práctica habitual en su vida.
Estas personas suelen tener un perfil común de personalidad, se sienten frecuentemente apesadumbradas por todas las cosas que deben hacer y adquieren un estilo de pensamiento mediante el cual no consiguen más que acumular malestar y caer en un estado de ansiedad y luego de depresión. Para estos casos es recomendable construir relaciones fuertes y comprensivas: «Explora la importancia de la empatía al convivir con una persona depresiva.»
El procrastinador suele tener un perfil basado en el caos y la anarquía, no entiende las exigencias o las normas a seguir para conseguir los objetivos y por lo tanto no consigue adaptarse adecuadamente a una sociedad que le exige unas actuaciones concretas y unos objetivos que cumplir.
Por otro lado tampoco muestra un estilo de vida con motivaciones claras para conseguir aquello que, aún sin dejarse llevar por exigencias sociales, sabe que es necesario para su vida y para sentirse feliz.
A fin de cuentas la procrastinación siempre hace sufrir a la persona que la padece.
Algunas recomendaciones para dejar de procrastinar:
- Realiza una lista con al menos tres motivos de los que te beneficiarías si realizas la tarea que te cuesta.
- Haz un plan de trabajo diario donde incluyas esa tarea que te cuesta más trabajo.
- Las tareas que más cuestan suelen verse como dificultosas, comienza a hacerlas dedicándole un tiempo inicial corto.
- Crea un hábito al poner en tu agenda diaria la actividad que te cuesta hacer dedicándole tiempos cortos hasta conseguir crear un hábito.
- Haz público a tus amigos tu decisión de comenzar a hacerlo.
- Revisa y vuelve a planificar con frecuencia tu plan de actividades diario para ir avanzando y ver los errores que se están cometiendo.
- Prémiate cada día que consigues tus objetivos realizando alguna otra actividad placentera.
La procrastinación hace sentir mal a quien la ejerce, aunque depende de cada persona utilizar las herramientas adecuadas para conseguir que desaparezca. Pero también ocurre que a veces aunque se disponga de las herramientas adecuadas, estas no se utilizan. ¡¡Al final depende solo de ti!! Aprovecha tu momento y empieza….